Solemos tener bien asimilado que la sanidad española, ya sea pública o privada, es una de las mejores del mundo. Es una realidad que sabemos a ciencia cierta. Y es que, si algo bueno tiene nuestro país, es la enorme cantidad y calidad de los sanitarios de los que dispone, por no hablar de los que se han tenido que marchar a otros países y que trasladan esa buena imagen de la sanidad nacional en el extranjero. Desde luego, nadie mejor que ellos para trasladar más allá de nuestras fronteras la potencia española en este campo.