Dicen que poseer una pequeña tienda de barrio no proporciona suficientes beneficios como para vivir de manera holgada y tranquila. Que el riesgo que se asume es sideral en comparación con las ganancias que se pueden obtener de un emprendimiento como tal. Que desde hace años una gran parte de las empresas de nueva creación se arruinan antes del primer ejercicio.
A una buena parte de quienes se animan a emprender en proyectos de este tipo les gusta ver las cosas de otra manera. Estas personas creen que si no se obtienen suficientes beneficios o si las deudas ahogan al negocio es porque algo no se está haciendo bien. Porque no se están ofreciendo los mejores productos que existen en el mercado. O quizá porque lo que compran lo hacen a un precio muy alto y, en consecuencia y para obtener
su margen de beneficios, lo sitúan por encima de las posibilidades económicas del cliente.
Yo soy de este tipo de personas. Creo que, por muy simple que parezca un negocio, si somos capaces de visualizar nuestro espacio en el mercado, adquirir unos productos de calidad y ponerlos a un precio coherente nuestras posibilidades son ilimitadas. Hay quien me tacha de temerario, pero yo sin embargo me he dedicado a responder con resultados.
Y es que la tienda de barrio que poseo desde hace tres años me proporciona muchos más beneficios de los que me ha reportado cualquier otro empleo durante toda mi vida. Y los motivos de ello son simplemente esos tres que os comentaba con anterioridad: calidad, precio y nicho de mercado. Desde el principio sabía que iba a salir bien. En el barrio no había una tienda similar y ya conocía qué empresas podía proveerme de buenos productos y a un coste ínfimo para mí.
Una de esas empresas era, sin ningún género de dudas, Stocknet del Vallès que tienen de todo, incluso maquinaria de limpieza industrial. Los productos de limpieza suponían una buena parte de mi oferta y era ésta la entidad desde la que los obtenía. Como todo el mundo tiene que mantener su casa en unas condiciones higiénicas y aceptables en todo momento para recibir a cualquier invitado por sorpresa, necesita disponer de este tipo de productos en su almacén. Y yo se los proporciono aprovechando las ventajas de las que disfruto al contar con Stock Net Vallès como proveedor.
Esas ventajas se resumen en la disponibilidad de una gama muy amplia de productos para el hogar (lavavajillas, desinfectantes, ambientadores, útiles de limpieza) y para mantener la higiene personal (crema de manos para pintores o mecánicos o dosificadores de geles y cremas). Y, recordemos, obteniéndolo todo a un precio muy bajo. ¿El resultado? Un éxito rotundo para mi negocio.
La confianza, un factor clave
Cuando alguien obtiene información y es medianamente observador es cuando comienza a estar seguro de las capacidades reales que tiene para emprender. Evidentemente, trabajando con personas y empresas de las que te puedes fiar es todo mucho más fácil, y creo que adquirir los productos de mi proveedor en materia de limpieza ha sido fundamental para granjearme un empleo que de otra manera hubiese sido muy difícil de mantener y perpetuar en el tiempo.
Esta forma de trabajar hace que aparezca otro tipo de confianza: la que tienen mis propios clientes en mí. Tan grande es esa confianza que muchos me preguntan si puedo adquirir otro tipo de productos, como mantelería y servilletas para la hostelería, que yo no suelo ofertar. Saben que me relaciono bien y confían en que lo que les voy a conseguir es de primera calidad. Y así es. Stock Net Vallès también dispone de ese tipo de mantelería y servilletas, por lo que también tengo la capacidad de surtir de ellos a los bares de la zona.