El mes de noviembre pasará a la historia de España por un hecho que, aunque para muchos no supone más que una modificación más de la capital, puede ser el principio del fin de las ciudades tal y como las conocemos hasta ahora. Hablamos de nada más y nada menos que de Madrid Central.
Madrid Central se define por el Ayuntamiento de Madrid como una zona de bajas emisiones que forma parte de la primera medida del Plan A de Calidad del Aire y Cambio Climático, que favorecerá al peatón, bicicleta y transporte público, ganando protagonismo el espacio en calles de gran afluencia como la Gran Vía o Atocha.
El objetivo de Madrid Central es ampliar los espacios peatonales para, por un lado restringir el uso de los vehículos en el centro de la ciudad, fomentando así el transporte público; y por otro lado por dar al ciudadano y transporte público la posibilidad de caminar con más facilidad por las calles anteriormente mencionada.
Este plan, tal y como ya se ha mencionado, forma parte del objetivo de conseguir una ciudad con una menor contaminación, ya que no deberían existir las imágenes de la contaminación alrededor de Madrid. Y es que es vergonzoso que en las grandes ciudades se acumule tanta contaminación, que afecta directamente a la salud y calidad de vida, y no se haga nada.
De esta manera, Madrid se va a convertir en una de las primeras ciudades europeas que se adapta al medio ambiente, limitando la circulación de vehículos en el centro de las ciudades y dando más espacio al peatón para que pueda moverse como quiera (excepto en patinetes eléctricos, que según parece, todavía no avanzamos en una normativa que satisfaga a todos y todas)
Pero las ciudades sufren otro tipo de modificaciones que no están tan relacionadas con el espacio, sino más bien con los negocios que las habitan. Y si bien hace un par de décadas las franquicias eran negocios minoritarios, actualmente tienen un papel importante en la modificación y modernización de las ciudades.
Cómo la franquicia está tomando el centro de las ciudades
Al igual que las ciudades modifican la estructura para adaptarse a las nuevas necesidades, en las que toma principal protagonismo la movilidad y sostenibilidad, los comercios también se renuevan. Desde que empezó la crisis económica vimos como muchas empresas, principalmente pequeñas, cerraban por la pérdida de clientes y la bajada del consumo.
Pero la realidad es que los comercios tradicionales cierran porque en la sociedad de hoy en día, prima más comprar un producto o contratar un servicio que está probado que funciona, y esto es algo que tiene en común el modelo de negocio de la franquicia, entre otras características, y que tan buenos resultados da.
Cuando un empresario se plantea adquirir la licencia de una franquicia para explotarla, una de las razones principales es que está comprando un modelo de negocio que está comprobado que funciona. Por ejemplo, las hamburguesas de McDonald’s (sean más o menos sanas) son conocidas en todo el mundo, no tienes que explicar porqué es mejor que otras.
En las calles de las ciudades se ve con más frecuencia como cierran negocios y abren rápidamente una franquicia que acaba teniendo éxito. Este es un fenómeno global, que no solo ocurre en nuestras ciudades, sino en el resto de Europa y del mundo. Ver un café Starbucks es más frecuente que ver una papelería.
Según un artículo que trata sobre estos temas de El Mundo, En España había en 2014 unas 1.119 cadenas operativas con más de 63.800 establecimientos y 248.000 empleados. Las franquicias facturaron un total de 25.879 millones de euros. El fenómeno empezó a despuntar en los años 90 y se afianzó con la crisis.
En cualquier caso, la franquicia es una oportunidad para muchas pequeñas y medianas empresas que quieren expandirse, ya que debido a las condiciones contractuales de la franquicia se puede llegar a diferentes acuerdos con los franquiciados, aumentando las posibilidades de éxito dependiendo del objeto comercial.
Pero también existen otras empresas que no necesitan el modelo de franquicia, y les basta abrir un par de tiendas y expandirse a través del eCommerce. Esto es cada día más frecuente, y beneficioso para los consumidores porque mejoran los precios y ofertas, tal y como podemos ver en La Casa de Los Disfraces, que sigue esta filosofía.