Es ley de vida. Salvo que te hagas autónomo, y la verdad que en España es algo que yo no recomiendo, tarde o temprano vamos a tener que tener un jefe. Un encargado que esté por encima de nosotros y que sea la persona responsable de darnos órdenes, gestionar nuestro trabajo y administrarnos funciones. Y sí, lamentablemente esto no es una película de final feliz, siempre suele haber tiranteces entre ambos. Y más aún si esa relación se prolonga el tiempo.
El otro día escuchaba en un canal de radio, de estos programas de por la mañana, la típica pregunta de si te irías de cañas con tu jefe. Hicieron una encuesta vía X (la red social que antes era Twitter) y el resultado fue abrumador: un 75% no lo haría, un 25% sí-. Y la verdad es que estoy muy de acuerdo con estos datos. Y es que es muy complicado saber mantener la línea y el espacio que divide un jefe de un empleado. Además, luego sacaban el típico tema de poner tener una relación sentimental, aunque en este tema más escabroso no vamos a entrar.
De momento con este artículo lo que queremos hablar es de los consejos que te podemos dar para que en una empresa haya buen rollo entre jefe y empleado. Aunque está claro que esto depende mucho de la personalidad de cada uno, si ponemos una serie de bases quizás podamos llegar a buen puerto con estas cosas. No te digo que después de leer nuestros consejos te vayas a ir a tomar unas cañas al bar, no, pero quizás sí puedas mantener ocho horas de tranquilidad y no pensar que tu horario laboral es una condena por tener que aguantar al jefe.
Lamentablemente son muchos los casos que conozco donde un empleado ha tenido que dejar el trabajo simplemente porque “no aguanto a mi jefe”. Seguro que es una expresión que has escuchado mucho entre tus amigos o en tu entorno familiar. Pues vamos allá para intentar que esto no sea así.
Comunicación abierta y honesta
Muchas veces el problema es por falta de comunicación, por eso es importante que tanto el jefe como el empleado puedan expresar sus opiniones, preocupaciones y necesidades de manera abierta y honesta. Es el momento de establecer expectativas claras y para ello es fundamental que desde el principio se establezcan las expectativas y responsabilidades de cada parte para evitar malentendidos en el futuro. Que cada uno sepa lo que tiene que hacer.
Fomentar el trabajo en equipo
El jefe tiene que saber promover un ambiente colaborativo y de apoyo entre él y su empleado, ya que si lo consigue puede mejorar la relación y la productividad en el trabajo. Es muy importante reconocer y valorar el trabajo del empleado. Ya que está esperando un reconocimiento y eso no cuesta nada. Un simple gesto porque es importante reconocer y valorar el esfuerzo y el buen desempeño del empleado para fomentar la motivación y el compromiso en el trabajo.
Brindar apoyo y orientación
El jefe debe estar disponible para brindar apoyo, orientación y retroalimentación constructiva al empleado para ayudarlo a crecer y desarrollarse en su puesto de trabajo. Es decir que el jefe tiene que ser el empleado número 1. Por eso es fundamental que haya respeto mutuo y confianza entre el jefe y el empleado para crear un ambiente de trabajo positivo y armonioso. Y tiene que verse también entre otros empleados para que no haya comparación. Por ejemplo, si un empleado hace más horas que otro y cobran lo mismo, pues se va a sentar mal. Ahora para este problema existen soluciones como una app que te controla el registro de horas trabajadas. Una aplicación del tipo de Registro de Jornada Laboral para el control del horario laboral online, fácil y económica.
Resolver los conflictos de manera constructiva
Es normal que surjan conflictos en cualquier relación laboral, por lo que es importante abordarlos de manera constructiva y buscar soluciones que beneficien a ambas partes. En este caso el jefe debe mantener una actitud profesional y así evitar llevar problemas personales al ámbito laboral.
Establecer canales de comunicación efectivos
Es importante contar con canales de comunicación efectivos, ya sea a través de reuniones periódicas, correos electrónicos u otras herramientas, para mantener una comunicación fluida y eficiente entre el jefe y el empleado.
Escuchar y mostrar empatía
Por último, es fundamental que tanto el jefe como el empleado sepan escucharse, mostrar empatía y comprensión hacia las necesidades y preocupaciones del otro para fortalecer la relación laboral.