Nos gustan las etiquetas. Captan nuestra atención en gran variedad de productos, son indispensables y nos aportan la información necesaria para que podamos tomar una decisión de compra adecuada. Aunque cabe señalar que en la mayoría de las ocasiones no se repara en toda la información que contienen. Es posible que no le concedamos la importancia que posee en realidad, pero el etiquetado de un producto es una parte fundamental del mismo y para la propia empresa que lo fabrica. No puede faltar una etiqueta en ningún producto, pues es la parte del envase que aporta la información que el consumidor, necesita.
Por suerte, los consumidores nos volvemos cada vez más exigentes y prestamos mayor atención a esta información por lo que encontramos etiquetas cada vez más completas. No hay que ser un erudito para comprender la información que aporta una etiqueta, aunque para muchos pueda parecer un galimatías, basta con prestar un mínimo de atención para entender todo lo que ella contiene.
Como nos dicen los profesionales de Labelcut, expertos en soluciones para el etiquetado de productos, una buena etiqueta, debe contar con un buen diseño, la información necesaria acorde con el producto y, por supuesto una buena impresión realizada con una impresora de etiquetas. Información, diseño y calidad de impresión, hacen que el etiquetado, sea algo más que una simple pegatina. Sobre estos aspectos, la etiqueta y la etiquetadora, vamos a hablar a lo largo de este post, con la finalidad de que todo el mundo preste la atención necesaria a esta parte inherente al producto que, aun captando nuestra atención, esta se queda en la superficie.
En primer lugar debemos tener claro que la etiqueta debe aparecer siempre en el producto, es una normativa que hay que cumplir y por lo tanto, la información que aporta, debe ser de fácil comprensión, estar en lugar visible y ser legible, incluyendo en ella los elementos más importantes para el consumidor. Aunque etiquetas debe haber en todo tipo de productos, a las que mayor atención hay que poner es a las de los productos alimentarios que deben cumplir con una serie de elementos indispensables: la denominación del producto, la fecha de caducidad o consumo preferentes, la información nutricional, el lote, peso o cantidad neta, origen del producto, datos del fabricante, ingredientes y alérgenos.
Teniendo en cuenta este tipo de datos a incluir, los diseños deben ser impactantes y atrayentes para captar la atención de los clientes.
Una etiqueta para cada producto
Existen muchos tipos y variedades de etiquetas capaces de cubrir todas las necesidades de los diferentes sectores. Uno de esos tipos son las etiquetas impresas en papel con adhesivo, que ofrecen una gran versatilidad, son muy utilizadas en cualquier tipo de productos como envases de alimentación, botellas, bolsas, embalajes de todo tipo, etc. Se adaptan perfectamente a los diferentes materiales y superficies. Dentro de este tipo, encontramos a su vez varias opciones, siendo una de las más utilizadas, el cuché. Este tipo de papel estucado, ofrece un acabado liso y de tacto satinado que ofrece excelentes resultados. Es ideal para industrias que necesiten una alta estabilidad en la impresión y que los datos impresos, resistan la humedad, el calor y la luz solar.
Las etiquetas térmicas, se fabrican con un material poco abrasivo que esta diseñado para ser utilizado con cabezales térmicos y aplicados a en productos dentro de entornos secos en los que no se den condiciones de temperaturas extremas, humedad o roces. Los encontramos en los códigos de barras o QR.
Otro tipo de etiqueta es la térmica protegida que dispone de un recubrimiento de protección resistente a la humedad, los cambios de temperatura y roces, siendo la más adecuada para los productos refrigerados, la logística y la distribución.
El polipropileno (blanco o transparente) es otro de los materiales que se utilizan para el etiquetado cuando los productos se encuentran en ambientes húmedos y temperaturas extremas. Alimentos, bebidas o productos de limpieza, utilizan este tipo de etiquetas.
Para productos que presentan rugosidad, como artículos de confección o frutas como el melón o el aguacate, se utiliza papel cuché con dorso de aluminio. El polietileno ofrece etiquetas de gran resistencia y permiten la impresión de imágenes y textos de alta resolución con diseños y cortes únicos que se utilizan en envases especiales y productos que pretenden destacar con su etiquetado.
Dentro del tipo de etiquetas sin adhesivo, encontramos etiquetas de cartulina cuché, térmica, térmica protegida y polipropileno. Además de las diferentes etiquetas que son utilizadas para aportar información esencial sobre un producto en particular, remarcando la importancia del etiquetado para que no nos den gato por liebre. En este sentido, se encuentran las marcas de garantía, el etiquetado ecológico, la denominación de origen protegida, la especialidad tradicional garantizada o la producción integrada.
La importancia del etiquetado se encuentra en primer lugar en el carácter obligatorio del mismo que hace alusión a dos derechos fundamentales para el consumidor: el de la información y el de la seguridad. Gracias a ella, podemos conocer el alimento, su origen, modo de conservación o empleo, ingredientes o nutrientes, entre otros aspectos.
No en vano, la información que ofrece un buen etiquetado es esencial y determinante a la hora de comparar y elegir productos.
Una buena etiquetadora, una buena etiqueta
Evidentemente, contar con una buena máquina de impresión es esencial para obtener las mejores etiquetas. Aunque pueda parecer que una impresora cualquiera puede ofrecer un buen servicio, lo mejor es contar con una impresora adecuada: la etiquetadora. Esta máquina esté diseñada para colocar las etiquetas sobre una gran variedad de productos. El proceso de etiquetado es una de las etapas más importantes en cuestiones de estética y legibilidad de la información a aportar.
Algunos de los aspectos más relevantes a la hora de elegir la etiquetadora más adecuada para cada línea de producción, son los siguientes:
- Modo de funcionamiento de la máquina que puede ser, automática, semiautomática o manual
- La cadencia que ofrece, es decir, el número de productos etiquetados por hora o por minuto.
- El tamaño de las etiquetas que se van a imprimir y colocar.
- La ubicación de la etiqueta: parte superior, inferior o lateral.
También es posible considerar el tipo de superficie donde se tiene previsto colocar la etiqueta, pues si se trata por ejemplo, de una superficie cilíndrica o cónica, es mejor opción una semiautomática que permite pegar etiquetas sin pliegues. Por el contrario, si se trata de producciones pequeñas es preferible optar por etiquetadoras de uso simple como las manuales.
Es recomendable asegurarse de que las bobinas de las etiquetas son fácilmente reemplazables para reducir el tiempo en el que la máquina este parada y que se minimice la necesidad de utilizar herramientas específicas para ello.
En cuanto a las etiquetadoras automáticas, son adecuadas para producciones de mayor envergadura. Este tipo de máquinas están equipadas con un motor paso a paso que permite la colocación rápida y regular de las etiquetas adhesivas. Gracias a la alta cadencia que ofrecen, son las idóneas para esas producciones a gran escala. Destacan por ser robustas y de fácil manejo, requieren poco mantenimiento y no necesitan utilizarse herramientas específicas para su uso. El mantenimiento y limpieza de los rodillos de las etiquetas es también sencillo y puede hacerse de forma rápida y, como plus añadido, se integran en la cadena de producción. Además de ofrecer la posibilidad de colocar diferentes tipos de etiqueta simultáneamente.
Dentro de este campo, el mercado ofrece una amplia variedad de etiquetadoras automáticas, con muchas posibilidades, desde pie regulable en altura, hasta ruedas que facilitan su integración en cualquier línea de producción existente.
En función del tipo de producto, es posible encontrar etiquetadoras automáticas lineales que permite colocar etiquetas en línea recta, tanto en la parte superior e inferior como en el lateral. Por otro lado, encontramos etiquetadoras especiales para productos cilíndricos que colocan la etiqueta sobre productos cilíndricos, cónicos o facetados. Estas pueden incorporar sistemas de colocación de contraetiquetas o etiquetas conocidas como inviolables o VOID.
Por último, es posible utilizar etiquetadoras automáticas de impresión que realizan la impresión y aplicación de las etiquetas en línea recta, en la parte superior, inferior o lateral del producto mediante un método denominado como barrido por contacto o por soplado de aire.
Referente a las etiquetadoras semiautomáticas, podemos decir que son ideales si se quiere automatizar parcialmente el proceso, pues combinan el trabajo manual que realiza el operario con el que ofrece la máquina. Aportan gran precisión, son adaptables y muy fáciles de usar. En ellas se coloca el producto en el lugar correspondiente y se aplica la etiqueta mediante un pedal o mediante un sensor.
Las etiquetas manuales, son las que se utilizan en empresas de baja producción y minoristas, pues permiten llevar a cabo un buen control de existencias y colocar las etiquetas con el precio en el producto, por ejemplo.
En resumen, la etiqueta es un elemento crucial de cualquier producto. Si a estos aspectos añadimos el diseño, algo que daría para otro artículo, se convierte en uno de los aspectos más importantes a la hora de tomar nuestras decisiones de compra. Un producto con buena etiqueta a nivel informativo, sin un buen diseño, corre el riesgo de quedarse en el estante, mientras que un buen diseño con mala información, puede acomodarse fácilmente en la cesta de la compra.
