Aunque tengan poco que ver aparentemente, hoy vamos a hablar de dos sectores donde no paran de crecer activos cuyos beneficios puede que no te hagan rico pero dan de sobra para vivir, las panaderías y la fotodepilación. Y es que últimamente no paramos de ver cómo nuevos establecimientos abren sus puertas en estos sectores para quedarse, pero no es casualidad, todo tiene una explicación.
¿Por qué panaderías?
La sociedad es cada vez más consciente de los peligros que tiene la comida ultra procesada. De hecho, un estudio reciente ha confirmado las sospechas que muchos investigadores ya tenían: ante un aumento del 10% en la cantidad de alimentos ultraprocesados ingeridos se aumenta un 12% la probabilidad de padecer cáncer.
Pero no es sólo eso, para la piel, para el estómago, para las hormonas… todos estos alimentos pueden causar daños a nuestro organismo y aunque muchos aún no con conscientes de ello, cada vez son más los que se apuntan a una alimentación basada en “comida real” o “real food”, como lo quieren llamar ahora. Y es que los “real food” son todo un movimiento que actualmente está haciendo retractarse a grandes cadenas de supermercado como Al Campo o Carrefour.
Todo esto ha provocado que muchísimas personas hayan dejado un poco de lado a las grandes superficies para comprar en establecimientos de barrio que traen los alimentos frescos prácticamente cada día: carnicerías, pescaderías, panaderías, etc. Alimentos no procesados, “comida real” que luego ellos cocinan en casa si es necesario.
¿Y esto cómo influye en el mercado? Pues los comercios de barrios están viendo una especie de renacer y debido a eso muchos emprendedores están abriendo establecimientos en las barriadas de las ciudades donde el movimiento es activo.
La empresa Muñoz & Muñoz, especializada en la fabricación de máquinas de panadería nos ha asegurado que desde hace un par de años están vendiendo prácticamente un 30% más cada año gracias a la apertura de nuevos negocios de panadería en todo el territorio español. Y es que últimamente el pan casero, hecho con masa madre, cocido en horno a fuego lento, y sin aditivos, es el que está triunfando entre las familias modernas.
Con esto no quiero decir que las barras de pan de grandes superficies no se vendan, de hecho, Mercadona cada vez vende más pan en paquetes de tres barras lo que resulta muy curioso, pues parece que ambas formas de vender y hacer pan tienen su foco de mercado, su público objetivo.
¿Por qué fotodepilación?
Con la fotodepilación ocurre algo similar pero a la inversa. La especialización que antes hacía que proliferasen los establecimientos especializados, franquiciados o no, ha caído bastante, pues hay demasiada competencia en todas partes, y esa necesidad de especialización ya no es tanta. Debido a ello, muchos negocios del sector de la estética están incluyendo entre sus servicios la fotodepilación o depilación láser mediante la contratación de empleados formados y el alquiler de aparatología estética, e incluso mediante la explotación compartida.
S.Estetic, una empresa pionera en este sector, nos explica un poco el funcionamiento de la explotación compartida: “El personal técnico especializado de nuestra empresa de aparatología estética acude a los centros, salones de belleza, peluquerías, clínicas médicas, spas o gimnasios (una o varias veces al mes, según la necesidad o demanda). De la facturación total el centro nuestro cliente recibe una comisión o porcentaje (anteriormente pactada) en función de los tratamientos realizados. De este modo su negocio aumentará la rentabilidad sin invertir nada, solamente debe encargarse de ofrecer nuestro servicio a sus clientes.”
Este formato de colaboración no sólo está creando más puestos de trabajo sino que además está ayudando a muchos centros estéticos a generar ingresos de los que antes carecían lo que, en algunos casos, marca la diferencia entre seguir abiertos o cerrar el negocio.
El problema es que muchos empresarios ven en este tipo de colaboración más un hándicap que un beneficio, y es que no son capaces de gestionar la situación con todo lo que eso conlleva. Para muchos, que un empleado ajeno a su negocio haga uso del mismo es un dolor de cabeza, no tanto por la actuación de dicho empleado sino más bien por la gestión de la situación. Por eso, ante algo así no es mala idea entrar en conversaciones e intercambio de experiencias con otros directivos de departamentos de Recursos Humanos a través de organizaciones como DCH, donde pueden compartir experiencias, disponer de información actualizada y conocer de primera mano las últimas tendencias del sector.
La conclusión a la que llegamos con todo esto es que ambos sectores están en auge, aunque debamos acercarnos a ellos de modo diferente.