El pan, es un alimento básico que debe ser consumido todos los días debido a sus enormes beneficios para la salud: aporta energía gracias a su elevado contenido en hidratos de carbono; es rico en vitaminas y nutrientes: hierro, magnesio, potasio, ácido fólico y vitaminas B6 y B2, entre otros componentes; tiene un alto contenido en fibra, sobretodo si el pan es integral; interviene en la prevención de enfermedades crónicas como la diabetes, obesidad, enfermedades cardiovasculares o neurodegenerativas por su contenido en proteína vegetal.; contribuye a retrasar el envejecimiento celular, debido a sus propiedades antioxidantes; además, fortalece el sistema nervioso y mejora la concentración.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda el consumo diario de 250 gramos de pan al día, repartido entre las diferentes comidas, y principalmente al desayuno y a la comida. Combinado con otros alimentos, proporciona las cantidades necesarias recomendadas de hidratos de carbono, proteínas, grasas, azúcares, etc.
Forma parte de la tradición en Europa, Oriente Medio, India y América, y su ingesta diaria está recomendada en todas las edades por los expertos en nutrición. No obstante, la falsa creencia de que el pan engorda ha hecho disminuir su consumo en los hogares españoles en los últimos 30 años. Por eso, en el siguiente artículo nos proponemos desmontar el mito y rescatar este alimento como uno de los imprescindibles en toda dieta equilibrada.
El pan es un alimento rico en hidratos de carbono, de bajo contenido protéico, sin casi nada de grasa y con una valor energético de 250 kcal/100 gramos, y ha formado parte de la dieta desde tiempos inmemoriales. Pero a pesar de sus beneficios, su consumo se redujo hace algunos años en este país, según afirma la Confederación Española de Organizaciones de Panadería (CEOPAN). Afortunadamente, en la actualidad, el pan vuelve a formar parte de la dieta de la mayoría de los españoles y españolas, debido, en parte, al surgimiento de nuevas panaderías, que ofrecen pan y bollería artesanal, productos sanos y nutritivos, pero sin tener por ello, que renunciar al mejor sabor.
Las panaderías actuales ofrecen una amplia variedad de productos rápidamente. Esto ha sido gracias al avance de las nuevas tecnologías, y hoy, es posible contar con productos precocinados de distintos tipos, formas e ingredientes, y en cuestión de segundos tenerlos listos y a punto para ser consumidos por el cliente.
Un ejemplo de saber hacer lo tenemos en La Cistella del Pa, la primera panadería artesanal en Barcelona que vende salud, para que sus clientes, puedan disfrutar comiendo al mismo tiempo que se cuidad. Y con este objetivo han creado una carta de panes pensando en la salud y bienestar de todos y cada uno de sus clientes, en función de sus necesidades y preferencias. Gracias a sus producto, es posible mejorar el tránsito intestinal, perder peso o ganar masa muscular. Porque en contra de lo que se suele creer, el pan no engorda, y tradicionalmente una de las bases de la dieta mediterránea. Y es precisamente su abandono en los últimos tiempos lo que ha contribuido al aumento de los índices de sobrepeso y obesidad.
Como aseguran en La Cistella del Pa, el pan no engorda ni adelgaza. Es un falso mito y diversos estudios demuestran que su consumo forma parte importante de una dieta sana y equilibrada en personas de todas las edades.
Un estudio, bajo el nombre, los Hábitos alimentarios, ingesta de energía y nutrientes y padecimiento de sobrepeso/obesidad en escolares españoles. Diferencias en función de su consumo de pan, dirigido por la doctora Rosa Ortega, catedrática de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, demuestra que los menores que consumen pan a diario, tienen menos posibilidades de padecer obesidad y sobrepeso, ya que, ingieren una cantidad mayor de nutrientes, su dieta es más equilibrada, ayuda a mantener un bunen índice de masa corporal y reduce el riesgo de sufrir un infarto cardiovascular.
Otro estudio realizado por la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del Hospital de La Paz, y realizado solo a mujeres, demuestra que el consumo de pan, no han de prohibirse durante una dieta de adelgazamiento, ya que, además de no engordar, contribuye al seguimiento de la misma.
Pero, ojo, el pan no engorda siempre y cuando sea consumido dentro de las cantidades recomendadas y en ausencia de alimentos calóricos, como los embutidos. Es decir, nada de bocatas, si bien puede acompañarse, con un poco de aceite de oliva virgen extra, tomate, ajo, un pizca de sal y orégano.