¿Qué tiempo de vida tienen las empresas?

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¿Cuánto dura una empresa?

La economía está cambiando. Aquella vieja idea de montar un negocio y que la empresa acompañe al empresario durante toda su vida profesional, incluso, que la puede transferir a sus hijos para que tengan con ella un medio de vida, se ha convertido, a día de hoy, más en una ensoñación que en una realidad. Te comentamos el tiempo de vida que tienen algunas empresas en España.

Antes de nada quiero aclarar que todas las empresas no son iguales. No me refiero solo al sector. En el concepto empresario solemos englobar desde a un autónomo que tiene un pequeño negocio hasta el principal accionista de una multinacional. La realidad de estos individuos varía enormemente. Este es uno de los grandes bulos del capitalismo. Una mentira que puede hacer que el propietario de una ferretería de barrio se identifique con Jeff Bezos, fundador de Amazon.

Aparte de este detalle, vivimos en un ciclo económico cambiante que afecta a la duración de las empresas. Los consultores de Crowe, una firma internacional de contabilidad y auditoría con presencia en más de 130 países, nos advierten de la volatilidad de las empresas.

La economía está en continuo movimiento. Lo que es novedoso hoy puede quedar obsoleto mañana. Las empresas deben saber adaptarse a los cambios para no quedarse por el camino.

El dinamismo es un rasgo de la economía, principalmente en la era capitalista, pero los avances tecnológicos y el marco sociopolítico actual  han agitado de tal manera característica que la adaptación a los cambios ya no son una oportunidad de crecimiento, sino una condición de subsistencia.

Lo podemos ver en el terreno digital. Con independencia del nivel de comprensión que se tenga, todos los empresarios saben que sus empresas deben tener una página web y perfiles activos en las redes sociales. De lo contrario, su empresa es como si no existiera.

Las Stat Ups.

Enric Serradell, profesor de economía de la Universidad Oberta de Catalunya (U.O.C.) señala que la vida media de las empresas emergentes en España es de 2,3 años y en Europa de 2,4.

Esta es una realidad que se suele esconder, según Serradell, por motivos interesados. El emprendimiento es sinónimo de éxito profesional; sin embargo, la propia naturaleza de las Start Ups hace que sean proyectos provisionales.

Las Start Ups son un tipo de empresa que surge en EE.UU., en Silicon Valley, en el sector tecnológico. Su función es la de ser laboratorios empresariales. Poner en marcha proyectos innovadores o abrir nuevos nichos. Un tipo de empresa diseñada para durar tres años.

Una Start Ups solo tiene tres destinos en su vida. Desaparecer cuando ha concluido su ciclo, ser absorbida por una compañía grande o transformarse en otra empresa.

Apple nació como una Start Ups. Steve Jobs, junto a dos amigos informáticos: Steve Wozniak y Ronald Wayne fundan la empresa en 1976, trabajando en el garaje de la casa de este último.

Después de 8 años de trabajo, cuando consiguen lanzar al mercado con éxito el primer ordenador personal de la historia con Interfaz Gráfica de Usuario (G.I.U.) y ratón, el Macintosh 128K, Steve Jobs busca socios capitalistas para fabricar el ordenador de modo industrial y satisfacer la creciente demanda. En ese momento, los nuevos socios exigen que la dirección de la empresa pase a manos de John Sculley, director ejecutivo de Pepsi. Apple deja de ser la pequeña empresa embrionaria que fue en un principio y un año más tarde, Steve Jobs abandona la compañía que fundó.

Las Stat Ups son instrumentos útiles para las grandes empresas. Hacen el trabajo duro. Desarrollan nuevos proyectos y ponen en marcha nuevas empresas. La parte más difícil del trabajo. Si el proyecto es fructífero, pasa a otras manos.

Serradell opina que es complicado transferir un modelo de negocio norteamericano a un país como España. Más que otra cosa, porque existe otra cultura empresarial. En el curriculum de un emprendedor norteamericano, en cuantos más proyectos ha participado, más notoriedad tiene. Mientras que en España, cerrar una empresa se considera un fracaso y lo que prima es la meritocracia; es decir, la notoriedad de los cargos que se han ocupado.

También el modelo de las Start Ups implica una mayor flexibilidad. El emprendedor debe estar dispuesto a empezar de cero las veces que haga falta; eso sí, con la sabiduría que le aporta la experiencia.

Las pequeñas empresas.

El periódico El Economista subraya que el 60% de las empresas españolas no superan los 5 años de vida. La vida media de una empresa en nuestro país es de 11 años.

En la vida de una empresa novel existen dos etapas cruciales. El primer año y cuando se cumple el tercer año.

Un 23% de las empresas recién creadas no superan el primer año de vida. Coincide en que es un momento en el que se han agotado los recursos financieros de los que se disponían para constituir la sociedad y la empresa no ha logrado prender en el mercado. Este cierre se produce, en ocasiones, por falta de planificación o por errores en la dirección. Otras veces sucede porque el proyecto no está lo suficientemente maduro, pero los empresarios carecen de medios para seguir manteniéndolo.

El otro momento clave es el de los tres años. Llegado este punto, la empresa está obligada a escalar su actividad o perecer en el intento. El modelo inicial con el que se puso en marcha ya no es viable. O está obligada a adaptarse a las novedades que han aparecido en el sector, y eso requiere una mayor inversión, o durante todo este tiempo la empresa ha adquirido una serie de responsabilidades para hacer frente a la producción que no puede soportar.

España es uno de los países de Europa donde más empresas se cierran. De 154.591 empresas que se dieron de alta en el 2018, solo 59.451 seguían abiertas a finales de año.

El Economista atribuye el alto cierre de empresas en nuestro país a que se trata de un tejido empresarial pequeño y atomizado. El 94% de las empresas que hay en España son microempresas; es decir, empresas con menos de 10 trabajadores. Según ellos, esto hace que sean menos competitivas y lastra la productividad del país.

Cepyme, la Confederación Española de Pequeñas y Medianas Empresas, atribuye el cierre empresarial a la alta burocracia que hay en nuestro país y a la presión fiscal.

Volvemos otra vez a remitirnos a la diferencia entre las empresas. Mientras un autónomo paga de media el 33% de sus ingresos netos en impuestos, una S.I.C.A.V. (Sociedad de Inversión de Capital Variable) solo tributa por un 1% de sus beneficios. S.I.C.A.V. es la forma fiscal que adoptan algunos proyectos de la gran banca y de las grandes compañías de seguros; es decir, empresas que mueven una mayor cantidad de capital. Nuestro país es un paraíso fiscal encubierto para las grandes empresas, que se sustenta por la presión a las más pequeñas.

La pervivencia de las Pymes obedece, en gran medida, más a una voluntad política por parte de los poderes públicos que a su capacidad para adaptarse a los cambios económicos. En un entorno favorable, se conseguiría que las pequeñas empresas vivieran más tiempo, aumentaran su tamaño y fueran más productivas. Pudiendo acometer mejor las adaptaciones necesarias para enfrentar los cambios económicos.

Consejos para alargar la vida de una empresa.

Aunque como hemos visto, el marco no es el más apropiado para una empresa emergente y para una pequeña empresa, sí hay una serie de acciones que pueden realizar para hacer que una empresa viva más tiempo. Estas son algunas de ellas:

  • Planificación estratégica clara. Este es un paso previo importante. Se debe elaborar un plan de negocio detallado que contemple los objetivos a corto, medio y largo plazo. Incluyendo un análisis financiero realista y las estrategias necesarias para alcanzar los objetivos.
  • Diversificación de ingresos. Hay que evitar depender de un único cliente o fuente de ingresos. Desde ahí es necesario exploras oportunidades para ampliar los mercados e introducir nuevos productos y servicios.
  • Gestión financiera eficiente. Hay que llevar un control riguroso de los flujos de caja, reducir los costes innecesarios e invertir en áreas clave como tecnología y capacitación.
  • Innovación constante. El empresario debe mantenerse atento a las tendencias del mercado y a las necesidades de los clientes. Las empresas que innovan y se adaptan a los cambios suelen tener mayor éxito y durabilidad.
  • Digitalización y automatización. La digitalización es el pulso de nuestros días. Las empresas deben incorporar herramientas tecnológicas para mejorar la eficiencia productiva y alcanzar más clientes. Desde CRM hasta plataformas de comercio electrónico. La digitalización aumenta el alcance de una PYME y de una Start Up.
  • Redes de colaboración y alianzas estratégicas. El tan manido “Networking”, del que tanto se habla en la actualidad, es un principio de funcionamiento que ha sido útil siempre para las empresas. Se trata de trabajar una buena base de contactos y de establecer relaciones que sean provechosas para ambas partes.

Aunque la vida de las empresas en nuestro país es corto, una buena gestión puede hacer que duren más tiempo.

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