Sostenibilidad es la palabra clave. Vehículos propulsados con energía eléctrica. Enchufables en puntos de recarga cual teléfonos móviles. Algo inimaginable, bueno imaginable era, hace unos años, es ahora una realidad plausible, cada vez más habitual. Ya no es difícil pasear por las calles y encontrar vehículos enchufados en los diferentes puntos de recarga. Motos y coches, cargando sus pilas para poder moverse por la ciudad. Los pros de estos vehículos son muchos. En contra, la dificultad de encontrar puntos de recarga, algo que, afortunadamente esta cambiando y son cada vez más frecuentes.
Sin embargo, ese aspecto, también esta cambiando. La energía solar fotovoltaica, está aquí para ayudar al conductor sostenible. Empresas como García Guirado Aerotermia fotovoltaica, profesionales del sector de las energías renovables, están revolucionando el mismo, con la instalación de placas solares para la recarga de vehículos.
¿Es factible esa posibilidad? Está opción, hasta hace poco, solo era posible en parte. Actualmente, si se dispone del espacio suficiente para la instalación de las placas solares necesarias y un acumulador para los días en que no brille el sol, podrás disponer de combustible para tú vehículo, de forma gratuita para siempre. Previa inversión, claro. Aun así, se trata de una excelente alternativa para todos aquellos que puedan permitirse la instalación.
Evidentemente, el asunto no es tan sencillo. La idea de recargar el coche eléctrico en tú vivienda particular, mediante paneles solares, es posible. Puedes llegar, aparcar en el parking y dejarlo cargando toda la noche, cual teléfono móvil. Así, al día siguiente, el vehículo esta listo para desplazarse.
Son algunos los inconvenientes que, todavía presenta esta alternativa: la duración de la carga no permite desplazamientos demasiado largos y la inversión necesaria puede resultar, inicialmente, costosa. Por otro lado, existen algunas excepciones, letra pequeña y factores que pueden hacer imposible la instalación. A favor, encontramos el hecho de que, en breve, todos estos pormenores, serán atajados para acercar esta posibilidad, a la gran mayoría.
Hasta ahora, para tener un coche eléctrico, es necesario disponer de una plaza de garaje que cuente con el acceso a la estación de carga necesario. Esta estación de carga, debe contar con la potencia necesaria y suficiente para ello. En el caso de pretender proceder a la carga del vehículo, a través de la autoproducción, como la de los paneles solares, la infraestructura, adquiere un mayor coste. Estos, pueden convertirse en un impedimento a la hora de decidirse por la adquisición de un vehículo cien por cien eléctrico. Por suerte, esto, está cambiando.
Sostenible y económico
Adquirir un coche eléctrico y cargarlo en tu propia casa, con energía limpia, es una de las opciones más sostenibles y económicas a largo plazo. Sin embargo, para estar seguros al cien por cien de que cargarlo mediante placas solares, es una opción viable, hay que saber que cantidad de energía requiere el vehículo para circular cada día. Como es lógico, hay que tener muy presentes cuales son esas necesidades y saber si la instalación fotovoltaica cuenta con la suficiente potencia para alimentar las baterías del vehículo, al mismo tiempo que proporciona el suministro eléctrico de la vivienda.
Ante esto, una de las mejores alternativas, es acumular energía durante el día, para poder cargar el vehículo durante la noche. Para que esta posibilidad sea factible, es necesario vivir en un lugar donde el sol brille durante muchas horas y, estar en posesión de un acumulador. Este último punto, encarece la instalación de los paneles solares.
Cuando se dispone del espacio suficiente para captar la energía solar necesaria en la cubierta de la vivienda, los modelos de autoconsumo, permiten hacer una recarga del vehículo, durante las horas de sol, al mismo tiempo que puede permitirse la combinación con el consumo del hogar. En caso de que la recarga quiera realizarse en horario nocturno, actualmente no hay establecido claramente, un modelo de almacenamiento en el hogar particular, aun así el mercado de la energía, ha creado modelos de tarifas adaptables a esta circunstancia. De tal modo que se permite un coste de adquisición energética muy competitivo.
Un factor fundamental para sacar rentabilidad y eficiencia a la instalación de una estación fotovoltaica, es el lugar donde se reside. No es lo mismo vivir en el norte de España, donde imperan los cielos grises y gobiernan los días nublados que, hacerlo en el centro o sur de la península. Donde la captación solar es mas efectiva. La inversión para este tipo de instalaciones es, en la actualidad, más asequibles. Aun tratándose de proyecto algo más costosos que las soluciones convencionales, la vida útil con la que cuentan, su bajo coste de mantenimiento y la fuente de energía gratuita que se obtiene, convierten el autoconsumo energético en una inversión de coste muy rentable a medio y largo plazo.
La caída que se ha dado en los costes asociados a las baterías y los vehículos eléctricos, puede ayudar a impulsar la siguiente fase de expansión de las energías renovables, entre las cuales se encuentra la energía solar instalada en la azotea. Siempre que las fuentes de energía renovable y el almacenamiento, tenga acceso al mercado de la electricidad y los servicios de red que las centrales convencionales.
Son numerosas las compañías que trabajan en busca de una solución para alimentar los automóviles con paneles solares. Sin embargo, lo cierto es que, todavía no se ha logrado alcanzar la carga suficientemente rápida y eficaz, puesto que existen muchos factores condicionantes: las horas de luz, la estación del año o la posibilidad de instalar la cantidad de paneles necesaria.
Paneles solares en el propio vehículo
Esta idea, es todavía más brillante que la anterior. Sin lugar a dudas, la idea de que un vehículo eléctrico vaya equipado con los paneles solares para lograr obtener un aporte extra de autonomía, cobra cada vez más peso. Aun así, son todavía muchos los obstáculos que impiden que el desarrollo de este sistema, despegue. La clave, reside en hallar la combinación adecuada de eficiencia, durabilidad, flexibilidad, peso y coste. Este punto de equilibrio pretendido, puede tener su solución en los TMD y el grafeno.
Estos materiales semiconductores, son objeto de las investigaciones que llevan a cabo en la Universidad de Stanford, los expertos en fotovoltaica que, aseguran que son capaces de aumentar el rendimiento de la conversión energética de las celdas fotovoltaicas para generar la suficiente cantidad de energía que requiere un coche eléctrico.
Dentro de esos materiales tan prometedores, se encuentra la forma 2D de carbono, conocida como grafeno o perovksita, un material cristalino de origen sintético. Sin embargo, en esta carrera por la creación de paneles solares flexibles de un espesor casi imposible de obtener, los semiconductores 2D conocidos como TMD, se adelantan notablemente.
Ambos materiales, combinan un metal de transición con azufre, selenio o telurio, poseen una serie de propiedades eléctricas, mecánicas y ópticas únicas y exclusivas. Se trata de nanoestructuras a escala atómica, capaces de mostrar propiedades tan peculiares como fascinantes, en contraste con las de sus compuestos originales. De tal modo que, pueden dar lugar a novedosos e importantes avances dentro del sector.
Al mismo tiempo que se producen los avances en el campo de las placas fotovoltaicas, los creadores y fabricantes de los vehículos eléctricos, tratan de avanzar en la búsqueda de la resolución que de con la fórmula adecuada. El principal obstáculo que se encuentran en este aspecto, reside en la implementación de las placas solares que, con la tecnología solar convencional, puede resultar contraproducente, puesto que el exceso de peso, interferiría de forma negativa en la autonomía de la batería.
Ya en el año dos mil once, algunas compañías empezaron a desarrollar esa idea, con la finalidad de equipar camionetas y vehículos ligeros con paneles solares para procurar un uso auxiliar. Desde ese momento, la tecnología ha ido aplicándose a vehículos como autobuses o remolques frigoríficos.
Mas recientemente, un startup del sector, afirmó que los paneles solares previstos para sus propios vehículos eléctricos, podrían llegar a proporcionar entre el setenta y noventa por cien de la autonomía. El proyecto está resultando tan prometedor que se espera que el vehículo al que han bautizado como Lightyear One, llegue al mercado antes del dos mil veinticinco. Promete ventajas, sostenibilidad y alto rendimiento, pero su coste será de al menos ciento cincuenta mil euros. Algo imposible de afrontar para el ciudadano medio.
Lo que sacamos en claro de todo esto es que, la sostenibilidad es algo con lo que todos deberíamos comulgar y adoptar ciertas medidas para lograr un mundo mejor. En este sentido, cada granito que se aporte, cuenta. Pero también nos queda más que claro que ciertos niveles de sostenibilidad, nos quedan grandes a la mayoría y no es para todos.
Siendo así, por mucho que oferten instalaciones fotovoltaicas con ayudas y subvenciones por parte de los gobiernos y empresas, o fomenten el uso del coche eléctrico, hay que ser conscientes, de que no es algo factible. No se trata de un bien creado para todos, al menos, de momento. El problema está en la inversión que hay que hacer, para poder disfrutar de ello y convertirse en sostenible.
Tal vez pronto, en un futuro cercano, la sostenibilidad, sea real y plausible. Para todos.