A nadie le sorprenderá que digamos que el negocio de la hostelería es uno de los más duros de todos cuantos existen. Lo es a causa de las largas jornadas de trabajo que en él se acumulan y a causa de los horarios que se manejan, llegando incluso a trabajarse de madrugada en muchas ocasiones. Esto hace que sea tremenda la dedicación que debemos mostrar para que la clientela se muestre satisfecha con lo que tenemos para ofrecerle. Y esa dedicación se consigue a base de esfuerzo. Un esfuerzo que no es gratuito y que nos cuesta mucho sudor.
La verdad es que la hostelería es dura por todavía una cosa más: la tremenda competitividad que existe entre las empresas. Quizá en países de nuestro entorno no sea tan feroz, pero en lo que tiene que ver con España, un país que tiene el mayor números de bares por habitante de todo el mundo, competir en el negocio de la hostelería es algo que, desde luego, cuesta y mucho. No es nada fácil hacerlo y todas aquellas personas que tienen, aunque sea, una mínima experiencia en el sector seguro que saben perfectamente de lo que estamos hablando.
Desde luego, una cosa está clara: si queremos competir, una de las cosas que debemos hacer sin demora es diferenciarnos de nuestra competencia por todos aquellos medios en los que nos sea posible. Podemos hacerlo de muchas maneras: con el producto que sea nuestra especialidad, por disponer de unos precios más reducidos, por la ubicación de nuestro negocio, por la decoración del local en el que trabajemos… Como veis, tenemos una tremenda cantidad de cuestiones para conseguir ser una referencia en el sector, aunque parezca imposible o muy difícil de conseguir. Todo depende de nosotros y nosotras.
Una de las maneras de hacer diferente a nuestro bar y restaurante es dotarle de un estilo no solo al local en el que trabajamos, sino también a los vasos y copas con los que solemos trabajar. Incorporarles el nombre del negocio, su logotipo o su eslogan es una manera a través de la cual podemos destacar ante los ojos del cliente, que tendrá más fácil acordarse de su nombre y su frase de referencia. Los profesionales de Serijerez nos han indicado que ya hay algún bar que apuesta por cuestiones como esta y ha conseguido sacar rentabilidad de ello.
Estamos hablando de un negocio que es clave en el conjunto de la economía española. Tal y como publicó el portal web Hosteltur en diciembre de 2019, el negocio de la hostelería había crecido en un 3% y ya aportaba la nada despreciable cifra de un 6’2% al Producto Interior Bruto. No cabe la menor duda de que son cifras interesantes, que ponen de manifiesto la importancia de la hostelería en España y que, además de todo ello, dejan claro que hay una tradición por acudir a los bares en España que hace que también seamos más exigentes y queramos un servicio perfecto.
Fijaos en la progresión del negocio que se ha venido produciendo de un tiempo a esta parte, en concreto desde el año 2010 hasta el 2019. De los 104.000 millones de euros que se facturaron en el primero de esos años, llegamos a pasar a los 129.000 en el último de los años de esa serie. Es una evolución espectacular que, no obstante, no nos garantiza beneficios si no trabajamos con la eficacia, la eficiencia y la amabilidad que siempre son tan valoradas y necesarias en una actividad como de la que venimos hablando.
Complementar diferentes acciones, ideal para ganar clientela
Antes hemos hablado de la importancia que tiene saber diferenciarnos de nuestra competencia a través de elementos como nuestros vasos y copas, pero ojo, porque hacer solo eso no es suficiente. Si apostamos por otro tipo de cuestiones como la ambientación del local, su ubicación, precios, tipología de productos… todavía ganaremos más visibilidad. Desde luego, es algo que seguro que mucha gente está valorando en el sector y que generaría tremendos beneficios al conseguir una diferenciación integral, que al final es de lo que se trata. No cabe la menor duda de que, así, estaremos más cerca del cumplimiento de nuestros objetivos.
Estamos seguros de que, después de un año y medio algo convulso a causa de los problemas ocasionados por la pandemia, es momento de empezar a crecer de nuevo. Muchos bares y restaurantes ya han recuperado la total normalidad ahora que se están habilitando los horarios de antes de la pandemia. Eso está haciendo que recuperemos clientes y que las aguas vuelvan a su cauce. Pero, eso sí, no nos podemos quedar ahí. Tenemos que ir a más. Y, para ello, seguir apostando por diferenciarnos es clave.