¿Qué tipo de tela es la más adecuada para tus muebles?

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Parte importante del diseño de nuestro salón es la elección de sus muebles, así que ya sea que queramos reformar el espacio o que nos hemos mudado con un cambio de muebles incluido, nos comenzamos  a plantear de que tamaño deberían ser esto y cual será la tela más resistente y por lo tanto, la más adecuada para el sofá.

Elegir un buen tejido es importante para sentirnos cómodos en nuestros muebles, para conservar las características del sofá por todo el tiempo posible y para darle un buen toque de estética. Entonces, para lograrlo, hay que tomar en cuenta ciertos factores como el tamaño del sofá, su diseño, y en cuanto a la telas, su  color y la textura, la resistencia, calidad y su limpieza.

¿Cómo elegir el mejor tipo de tela para los muebles del salón?

Lo primero que hay que hacer es saber distinguir entre los tipos de tela que sirven para tapizar y los que no, ya que no todos los que puedan gustarnos pueden no ser aptos para convertirse en el tejido de nuestros muebles, como por ejemplo sucede con la seda natural, que por muy hermosa que pueda ser, no es apropiada para tal uso, por no ser lo suficientemente resistente. Así para hacer esta distinción hay que aprender a mirar las etiquetas de las telas donde viene el índice de abrasión o Martindale, que indica el grado de resistencia del mismo. A partir de 15.000 ciclos Martindale, un tejido es apto para tapizar.

Este índice se obtiene pasando el test Martindale, que mide en ciclos la resistencia al roce que tienen los tejidos. En este test se frota con lija o lana el tejido, a una considerable presión y así se puede saber la cantidad de roces que aguantará. Así, cuantos más ciclos tenga una tela, más fuerte y resistente será.

Entonces, una vez hayamos comprobado que la tela es apta para el tapizado, el equipo experto en tapizados para muebles de Rioma nos explica que también se tienen que comprobar los siguientes aspectos:

  • Resistencia

Se trata de los ciclos que soporta una tela al roce, determinado por los resultados del test Martindale. Debemos fijarnos en que sea de mínimo 25.000 ciclos, aunque esto dependerá mucho también del uso que se le quiera dar al sofá, ya que, por ejemplo, si el uso va a ser muy intenso más bien debemos intentar que llegue a unos 40.000 ciclos de resistencia o incluso más.

  • Calidad 

Por supuesto, como con toda compra que hagamos, debemos comprobar la calidad del productos. En este caso, las telas con mayor calidad comprobada suelen ser el algodón, el lino o el Jacquard,  debido a que son gruesos y, además de resistencia, ofrecen una variedad estética muy amplia. Aunque hay mucha más variedad más como el terciopelo y la chenilla.

De hecho, el terciopelo es uno de los materiales que está más de moda en  estos momentos para el tapizado de los muebles del salón gracias a que es un material muy resistente, elegante y muy cómodo.

  • Textura

Otro factor que prima es la comodidad que nos vaya a ofrecer el sofá, ya que nadie quiere pasar el día sentado o tumbado en un sofá que se sienta áspero.

Por otro lado, también debemos comprobar que nuestro tapizado no se deforme ni se produzcan aperturas en la trama del hilo al tensarlo.

  • Limpieza

Estamos hablando de uno de los elementos de nuestro salón. Este recibirá a todos nuestros invitados y será el epicentro de nuestras reuniones entre familia y con amigos, por lo que debe estar siempre de punta en blanco para la ocasión. Así, debemos comprobar que el tejido sea de fácil limpieza y mantenimiento, además de que tan resistente es para las manchas, sobre todo si hay niños y mascotas en la casa.

Cuidado que aquellas telas que llevan un sistema antimacnchas, ya que aunque puede sonar muy práctico, suelen llevar también bastante poliéster, cuando lo ideal es que sea solo de fibras naturales o tejidos que den una sensación agradable al tacto, tipo linos y algodón.

En el caso de que haya niños o mascotas en casa, lo mejor es reforzar el mueble tapizado con polipiel o piel, ya que facilita el mantenimiento. También hay telas con un tratamiento de teflón, que repele la mayoría de los líquidos con base de agua o aceite. Y en el caso de los gatos, la Alcántara, por ejemplo -o tejidos similares (microfibras)- ofrecen una gran resistencia a los arañazos de los gatos. Además, pesa muy poco, se puede teñir, es permeable al aire y hasta se puede lavar en la lavadora.

La idea es buscar telas de alta resistencia a rasguños como las lonas o lonetas y que te permitan lavarlas en casa. Por ejemplo, la piel, mientras más espesor, mayor calidad. Las peles más gruesas (y más caras) ofrecen gran resistencia al desgarro y al impacto, se limpia fácilmente y se siente muy agradable al tacto. Incluso, hay materiales innovadores que repelen las manchas y tratamientos que se incorporan a otros tejidos naturales para conseguir una mayor duración.

  • El uso del sofá

También es importante tener en cuenta cual será el uso del sofá, ¿será muy intenso? ¿lo utilizarán muchas personas?, etc.

Por ejemplo, si el uso va a ser muy intenso hay que apostar por telas como la mystic y algunas otras microfibras, que son de las más prácticas que hay y no deforman fácilmente, además de ser más resistentes que los tejidos naturales.

Su estética se asemeja al terciopelo por lo que también será muy atractiva a la vista, y ofrece un tacto muy suave que hará sentir cómodo hasta al más exigente. Tiene 150.000 ciclos de vida, convirtiéndose en una alternativa muy resistente al roce y la abrasión.

También puedes opta por realizar el tratamiento Aquaclean Technology a tus tejidos Se trata de una protección muy avanzada que cubre cada fibra con una capa molecular invisible que evita que la suciedad penetre en el tejido y la hace fácilmente limpiable solo con agua.

Las telas más usadas para tapizar el sofá y sus características

Ya sabemos que debemos comprobar en la tela que elijamos para saber que es la correcta, ahora veremos las diferentes telas entre las que podemos basar nuestra selección, con la ayuda de los expertos de Rioma:

  • Algodón

Se trata de una fibra natural flexible, fresca, cómoda y con una gran resistencia al rasgado. Incluso, puedes conseguir en el mercado algodón sanforizado, que es un proceso al que se somete el tejido que hace que no encoja.

  • Lino

Es una fibra natural y respetuosa con el medio ambiente. Controla bien la humedad y es cómoda al tacto. El único contra del lino es que suele arrugarse bastante, aunque ya hay unos que vienen con un tratamiento antiarrugas e incluso, para aquellos que no, los consumidores le encuentran igual de atractivo al nivel estético.

  • Loneta

Es un tejido de algodón resistente y grueso, que soporta bastante bien los desgarres y sin arrugarse.

  • Chenilla

Su composición es una mezcla de poliéster, acrílicos y algodón. Es agradable al tacto, no se arruga y es muy  cálido

  • Terciopelo

Es suave, sofisticado y elegante, pero mucho más delicado que las otras opciones en la lista.

¿Telas lisas o estampadas? ¿Colores?

Otro punto importante en la elección de la tela también será el color y su estampado. Por supuesto, aquí ya intervienen el estilo que se le quiere dar al salón, de forma que el sofá se adapte perfectamente a este, además de los gustos de la persona.

Por ejemplo, los colores neutros encajan con cualquier estilo por lo que permite mucha versatilidad para elecciones y cambios a futuro, además que son muy resistentes al paso del tiempo. Igualmente, los interioristas recomiendan que sea una tela lisa, para que tu ojo no se canse de verla todos los días y el toque de vitalidad se lo des con una selección de cojines con diseño y colores más llamativos y modernos.

No obstante, si lo que planeabas era elegir una tela con color para el sofá, es completamente válido, Atrévete a personalizar tu estancia con un color llamativo, siempre que rebajes la intensidad y el protagonismo de los demás elementos de la estancia de forma que no se sienta recargada.

Elige colores oscuros solo si tu estancia es amplia y luminosa, de lo contrario lo mejor es apostar por colores discretos como los tierra o grises. Los tonos empolvados son una opción si no quieres renunciar a un sofá con color pero no quieres que sea intenso.

Y en cuanto a las telas estampadas,es preferible usar estampados maxi en sofás de gran tamaño de forma que se pueda apreciar bien; y los estampados mini, para los sofás de menor dimensión.

Por último, debes saber que las rayas son más discretas que las flores y, para no saturar, intenta que el sofá tenga la misma tapicería en todas sus partes (estructura, brazos, asiento y sofás).

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